lunes, 19 de diciembre de 2011

Lluvia

Bueno, ya lo que me faltaba. Por si el día no hubiera sido lo suficientemente asqueroso, ahora esto. Me voy a calar antes de llegar a casa sí o sí.
En fin, si me voy a empapar, mejor hacerlo sin aspavientos y aceptándolo con la templanza samurái que me caracteriza.
Ay, cuántos golpes no me ha de dar esta vida...

Bien mirado, no es tan horrible. Tiene su gracia. Es, es... es casi placentero.
Saber que el agua que resbala por mi cuerpo es la misma que aquella con la que se lavó los pies uno de mis ancestros y que será la misma que beba el último de mis descendientes...
No sé, siento... siento algo especial.
¿Y si... y si me dejara llevar?
Sí, sí, cae sobre mi, lluvia. Mójame, límpiame, hazme uno con el universo. Cierro los ojos y abro mis brazos. Recibo tu llegada. Eres la naturaleza desatada que el hombre no ha podido corromper. Todo da vueltas y el frío que me haces sentir me mantiene vivo. Es tal la energía que siento que

Joven ahogado en el río Spree.
Testigos oculares afirman que el joven se precipitó al vacío tras dar varias vueltas sobre sí mismo.

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