lunes, 21 de noviembre de 2011

Nudo gordiano

Ahora el brazo y... no, no, no, hay que parar la maniobra, está respirando más fuerte. ¡Parece que despierta!
Falsa alarma, era un pequeño espasmo.
¿Lo era de verdad... o lo ha fingido para ganar terreno? Hum... Puede ser, desde luego encaja en el perfíl.
Astuta, muy astuta...

Comienzo a retirar el brazo suavemente y... sí, ahora es un buen momento, con un delicado giro sitúo mi cuerpo casi en perpendicular al suyo. Así, así... y ahora... oh-oh, he hecho un movimiento un poco brusco. ¿Qué hago, qué hago? Voy a acariciar su pelo. Eso es, eso es, tranquila, tranquila. Palo y zanahoria, palo y zanahoria. Se quita un brazo y se hace una carantoña.
Ahora solo tengo que... dejar que su cabeza vaya resbalando por mi pecho, terminar de liberar el brazo derecho y con el izquierdo... ¿dónde está, dónde está? aquí, con el izquierdo coloco el libro de autoayuda bajo su cabeza para amortiguar el impacto. Muy bien, muy bien, esto ya casi está hecho. "Pom pom, pom pom", simulo un poco con la boca el latido del corazón, y el efecto está conseguido.
Ya casi está, ya casi está... ah, libre, por fin.
Ahora un giro de croqueta a la izquierda y ¡a dormir!

No, no, ¡no!
Magnífica reacción, lo tengo que reconocer. Abrazo lateral con cerrojo en piernas.
Ésta va a ser una noche muy larga.

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