lunes, 23 de enero de 2012

El censo

¿Es en serio? ¿Otra vez?
Me habéis visitado en persona dos veces, rellené el cuestionario que me mandasteis por correo, cuestionario que contenía tal número de indiscreciones que haría enrojecer a un alcalde de la comunidad valenciana y ¿ahora me mandáis otra carta pidiéndome los mismos datos?

¿Qué queréis de mí, qué queréis? Sabéis que vivo aquí, hay pruebas palpables de ello. Estoy registrado en vuestros archivos, he votado en vuestras elecciones, he compartido, como hermanos, pan y mesa con vosotros. En los buenos y en los malos momentos hemos estado juntos.
Pero no parece ser suficiente. No termináis de estar seguros de si existo y, en ese caso, en qué condiciones.

Nuestra relación tiene algo de fantasmal, de comunicación entre dos entes que saben mucho el uno del otro y que sin embargo, no se conocen. ¿Es por eso que dudáis de mí? ¿Es por eso que a veces me miráis con la curiosidad científica con la que se observa a un loco?

En último caso, ¿a qué tanto interés? Sé que sólo soy uno más para vosotros, un número entre tantos otros. Alguien con el que completar una estadística, no quiero saber cual, y que, cuando se os pase el capricho, me habréis olvidado.
Pasarán dos años, quizás menos, y cuando vaya a la ventanilla del juzgado, me preguntaréis nombre y edad.
Como si nunca nos hubiéramos tratado.
Como si nunca hubiéramos sido importantes el uno para el otro.
Como si sólo fuera un recuerdo borroso.

1 comentario:

  1. Tranquilo Alvaro, esa información la usa la Securitate del Gobierno Alemán. Solo en casos de extrema necesidad la usan, como cuando los judios, para tener controlada a la gente ignominiosa...Para el resto de trámites burocráticos deberás seguir rellenando la documentación fría y aburrida.
    Salud!

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