lunes, 9 de enero de 2012

El pollo al curry

¿Soy yo?

Ese arroz que brinca en el cazo de agua hirviendo, ¿soy yo?
Fijo mi atención sobre uno de los granos y le veo danzar a izquierda y a derecha, descomponerse, alterar su estructura, reblandecerse.
La alquimia de la cocina.
Hay otros como él a su alrededor pero en su baile no parecen jugar ningún papel.

Ese muslo de pollo troceado que se abrasa esperando la nata, ¿soy yo?
Cae la nata, los pimientos, cebolla, piña y el fruto de los almendros. Se debe endurecer por fuera pero permanecer tierno por dentro.
La alquimia de la cocina.
¡Ahora! ¡Llegó el momento! Gracias a las especias ya eres plato y no solo alimento.

Y si no soy yo, entonces, ¿por que siento que esta comida me define, que este pollo al curry es una prolongación de mí mismo y que seré juzgado dependiendo de su sabor?
Espadas en alto; la mesa puesta y los comensales sentados.

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